2 minutos: 20 años de punk intravenoso

En ésta entrevista, Mosca y Monti repasan las dos décadas de la banda, critican a Callejeros, hablan del rock actual, de los hijos y... sí, de los festejos.
Luciana Villegas
13.08.2007


Aunque editaron el primer disco en el '94, la banda se formó en 1987 en Valentín Alsina, nombre que eligieron también para el disco debut y que explotó en radios y suburbios con "Ya no sos igual" y "Demasiado tarde". De esos inicios sólo quedan el Mosca en voz y Papa en bajo. Ya con Monti en batería y "Pedro" y Pablo en guitarras, llegaron a un último disco, "Un mundo de sensaciones" (2006) que relaja los oídos pero mantiene la esencia visceral. Ese punk que corre por las venas pero que, según el Mosca, pocos lo conservan de su generación. Y más sensaciones en este brindis de cervezas con una de las bandas punk que marcaron adolescencias y páginas en la historia del rock en Argentina: 2 minutos, punkeando para vos.
"¿The Doors o Velvet Underground?", el encuentro empezó con una pregunta del Mosca, que antes de cualquier respuesta dejó bien en clara su postura: "Odiamos The Doors". E introdujo una justificación entre pedagógica y pasional: "Somos muy abiertos pero hay cosas que no tolero: The Doors. Me parece una cagada humana, porque me parece que en la misma época, por los '60, tenías dos costas: costa este del Atlántico con drogadictos, cocainómanos, Warhol, Velvet Underground. Y después, tenías a estos hippies reventados, del lado oeste, que tomaban ácido, fumaban porro. Yo me quedo más por el lado del picotazo, por la zona este… camperita de cuero, ¿entendés? Lo mío es más intravenoso, pero con mejor música".
2 minutos cumple 20 años de vida agitada, litros de cerveza y nueve discos editados. Fieles a la filosofía punk, el festejo también sigue con la misma velocidad con la gira "20 años no es nada tour", que arrancó en Perú a mediados de julio, siguió por México y ahora llega a destino con un Obras el próximo 25.
¿Qué motivo o momento festejarían más de estos 20 años de carrera?
Mosca: Hay muchos motivos… estar vivos llegados los 20 años de banda. Haber podido llevar nuestra música humilde fuera de Argentina y haber tocado con bandas que han influenciado a la banda. Haber tocado con Ramones, Motorhead, Toy Dolls, Sex Pistols, Misfits, Dead Keneddys… con las mentirillas esas de "tengo la heladera vacía y salgo por Latinoamérica", pero bueno, de última tocaste con esas bandas. Está bueno.
¿Cómo fue la gira de los 20 años por Perú y Méjico?
Mosca: Perfecto. Igual ya hace años que venimos arando por Latinoamérica. La primera vez que salimos fue en el '95, después en el '98 y de 2000 a 2007, cada vez que 2 minutos saca disco nuevo salimos de gira, ni hablar de los países limítrofes, pero después paso obligado es un Perú, un Ecuador, un Colombia, un Venezuela, Panamá, Costa Rica, El Salvador y México. O sea que la semilla de la maldad creció… (risas). Y seguimos odiando a los Doors, por lo menos yo.
¿Qué extrañan cuando viajan?
Mosca: A nuestros seres queridos. Yo tengo un hijo, a mi novia, los padres, amigos, comerme una baguette de jamón crudo y queso con tomate, ese tipo de cosas se extrañan, el quilombo lindo, ver lindas chicas por la calle en Buenos Aires, ese tipo de cosas son impagables.
¿Y se extrañan cosas de hace 20 años, como tocar en lugares chicos?
Mosca: Sí, pero a veces tenemos revivals de tocar en lugares pequeños y te sale un no sé qué, que no sé qué es… pero que está buenísimo. Son muy disfrutables, a esos shows les decimos "recitales old-school". Esos que estás cantando y tenés al monito ahí al lado, y se te sube uno y te sacó el cable de la guitarra, uno que te agarra y te tira, es un quilombo, eso me encanta también.
¿Cómo es el público ahora en los recitales más masivos?
Monti: Hay más niños ahora, muchos de entre 15 y 20, y hay algún old-school de treinta y algo y que va con el hijo.
Mosca: Cambió. Imaginate que la banda tiene 20 años y yo tengo 40. Yo de arriba del escenario vi todos los recambios generacionales que tuvo el público de 2 minutos, y está buenísimo. Si de repente 2 minutos, que salió de Valentín Alsina, hubiera salido de equis barrio de Estados Unidos o de Inglaterra sería diferente, porque ellos tal vez se lo toman más en serio. En cambio en Latinoamérica, y mismo en Argentina, es como algo más hormonal… "uh, ya cumplí 25, estoy re viejo, no puedo escuchar más punk rock y hardcore; ahora escucho Massive Attack". Los colegas que salieron con 2 minutos, bandas como Mal Momento, Superuva, Doblefuerza, son más o menos toda gente de nuestra edad, que lo llevan en el corazón y lo respiran y lo viven. En cambio el público no… después de cierta edad escucha posiblemente Massive Attack o van a Pachá a bailar punchi y se meten una pastilla de éxtasis en la boca.
¿Y con respecto a la banda cuáles fueron los cambios?
Mosca: El último disco nuestro (Un mundo de sensaciones, 2006), que tiene exactamente un año, es un pequeño cambio. Es una canción que tiene más melodías, cada canción tiene su velocidad y su esquema. Eso te sale solo, no te lo proponés. Y si a vos te cerró, listo. Vamos a grabar esto, y desde que lo grabaste ya no te pertenece más a vos, tenés a la gente que lo consume y ese tipo de cosas.
Monti: Y cada banda además es un mundo…
La mayoría de ustedes tiene hijos, ¿qué le dirían dentro de cinco años cuando les pregunten qué fue 2 minutos?
Mosca: Ehh… ¡danos un poco más de años! Mi hijo sabe. Vos le preguntás a él, que tiene tres años y medio: "¿Y papá qué hace?", y te dice "papá, loquito", y te toca la guitarra y mueve la cabeza, o sea que ya la tiene clara de pequeño y cuando crezca va a decir "uh, papá estaba re loco". Yo creo que lo van a entender. Vienen de padres roqueros, yo creo que cuanto más crezcan se van a dar cuenta que sus padres eran muy especiales.
¿Qué les provoca escuchar sus temas sonando todo el tiempo en la radio? ¿Les preocupa cuando se pone masivo?
Monti: No, mejor que la gente escuche un poco de punk rock…
Mosca: Me causó una sensación… me pareció extraño cuando salió el primer disco, Valentín Alsina. Yo iba viajando en un 85 de Quilmes a Valentín Alsina y me acuerdo que estábamos en una radio re careta, FM 100, ¿entendés? Y estábamos arriba de Luis Miguel con "Ya no sos igual". Después me acostumbré y dije "no, qué bueno que nuestra banda que no es como normal dé un poco de punk rock en la radio". Me parece re lindo.
¿Disfrutan de la misma manera tocar ahora que antes?
Mosca: Sí, sí sí. Sigo teniendo los mismos nervios. Alguna vez cuento la anécdota de que tengo que ir a cagar dos minutos antes de subir a tocar, o de repente tengo que subir al escenario y digo "uy, uy, todavía me queda un poquito de pis de la cerveza" y voy meando así de arriba del escenario para abajo. Yo por lo menos conservo esas cosas. Pero no sé si es miedo, sino la ansiedad que te da.
En una nota dicen que los punks de esta era son los cartoneros y los piqueteros, ¿por qué?
Mosca: Porque creo que es lo más sincero.
Monti: Igual vas a un shopping de moda y te encontrás con toda la moda punk. Queda la actitud de pocas bandas y poca gente…
Mosca: Ya el punk está chupado. Los cartoneros y los piqueteros me parecen como lo más loable. La actitud de un taxista con las bolas recontra llenas por Libertador que explota, es recontra punk. O un bondilero del 60 por Cabildo a las 6 de la tarde con todo el colectivo lleno de sardinas: "¡eh, chofer, la concha de tu madre, te toqué el timbre y no me abriste la puerta!", y el chabón, que es un mono de dos metros, que se baja y te rompe todos los dientes, se la come, se la traga. Esas actitudes. Después punk, ya no sé bien qué mierda es.
¿Punk era el de antes?
Mosca: Cuando nosotros comenzamos el punk era underground, hasta que después de Attaque, nosotros, ya es como que el punk dejó de ser underground y pasó a ser mainstream. Porque es verdad, es mainstream.
Cuando empezamos a tocar, nuestros recitales eran pura violencia, y con las letras de neón y luces, como las del teatro de las vedettes, pero en la calle Corrientes. Era violencia pura, pero después fue cambiando, ahora está todo como más pasteurizado y más tranquilo, así es como lo vemos, que es bueno también a la vez que se haya ido todo ese halo de violencia que teníamos antes. Cuando empezó 2 minutos, yo andaba por la calle y si me cruzaba un rollinga o un heavy metal, me cagaba a palos, era guerra de tribus total. Ahora es más tranquilo y más suave, gracias a esos festivales chotos que hacen, como el Pepsi, todas esas boludeces, la gente como que incorpora más, que está bien.
Monti: El punk se domesticó, lo chuparon.
¿Se sienten chupados de alguna manera?
Mosca: Y, de alguna manera claro que sí. Igual que vienen a romperme las bolas con el indie rock argentino y estás tocando y te está garpando la Secretaría de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires. Ojo, me encanta la música indie. Pero chúpenla, andá a tocar a Remember, boludo, estás tocando con la secretaría de Cultura.
¿Qué bandas de punk de la nueva generación rescatan?
Mosca: Me gusta Billordo, Mataplantas, y de punk rock y hardcore lo que más me gusta son los que vienen de nuestra misma época: Mal Momento, Doblefuerza, Superuva. Después están Los Grillos, Los Peyotes pero que también tienen sus años.
"Un mundo de sensaciones" empieza con la canción "2 minutos" que llama a la diversión pero con calma, y cierra con el tema "Rompan todo"…
Mosca: Sí, "2 minutos" es autobiográfica de la banda. Tardamos una bocha de años para grabar una canción que hable solamente de nosotros, igual la gente más o menos sabía cómo éramos. Es como una declaración de principios. Y llamamos a la calma sobre todo si vienen a un show… pero "Rompan todo" habla más de que si tenés algo que te molesta, que reacciones. Vos estás en un trabajo, te tienen en negro… saltá por injusticias que se cometen a uno mismo. No que salgas a la calle, pase una vieja y digas "ah, vieja de mierda", como en la Naranja Mecánica que rompas todo.
Monti: Sobre todo en una época donde todo el mundo te dice lo que tenés que hacer, en el laburo. Últimamente como que no se puede decir nada, como que está todo bien cuidado: en los festivales tenés que ponerte así, como te dice tal gente, en los recitales tenés que ponerte como te dice la policía, la municipalidad… llega un momento que te dan ganas de decir "rompé todo y listo". Si me pedís respeto, respetáme vos primero a mí.
¿Esa forma de control creen que fue cambiando, por ejemplo después de Cromañón?
Mosca: Sí, odiamos a los Callejeros. En ese tema la responsabilidad creo que es de todos, todos tienen un grano pesado, pero creo que la banda también, antes de que pasara esa tragedia recitaron "la banda más pirotécnica del rock and roll", y ahí tenés. Lo que me da más bronca es que muchos periodistas de rock dijeron que a cualquier banda de rock le hubiera pasado y no, hermano, chupála. Cuando me preguntabas por las bandas nuevas, yo ya no sé lo qué es nuevo, porque después de ese bengalazo lo que más sufrió fue el Ander. Y lo sigue sufriendo pero mucho.
Aparte muchas bandas se manejan de forma independiente y es todo mucho más difícil.
Mosca: Totalmente, porque vos fijate que los lugares más grandes como Los Teatros, Trastienda, Obras ni hablar, se quedan con todo el monopolio y quedan unos sucuchos de mierda que tenés que tocar con cinco bandas y poner como 200 pesos cada banda para tocar media hora. El chabón se está llevando como una luca, más los tragos, más las entradas…
¿Cómo se preparan para el show de Obras?
Mosca, Pedro, Monti: A plenooo.
Mosca: Veinte años de carrera desde el principio hasta el presente, vamos a pasar por todos los discos, va a haber invitados, ojalá que todos puedan venir. Va a estar muy divertido supongo, ésa es la idea, vamos con todos los cañones, sin pirotecnia.
Por último, ¿cuáles son los tres deseos que pide 2 minutos antes de soplar la vela de los 20 años?
(Risas)
Mosca: Que el mundo en general tenga más sonrisa para todos, que nos vendría muy bien. Monti, Pedro, quedan dos…
Monti: Que la gente que vaya la pase muy bien, que sea todo una fiesta.
Mosca: Y el tercero que la gente en este puto planeta le ponga huevo y corazón a las cosas que hace. Tres muy buenos deseos.
A descorchar a Obras el 25 y que los cumplas muy feliz…