Joey Ramone

Antes de que les cuente unos secretos, deben tener un contexto. Tuve mi primer disco de Ramones en el año `83. Fueron simultáneos: London Calling! de The Clash, y Ramones. Entiendan que tenía el Never Mind the Bollocks, y estaba bien. Pero colgué el pullover peruano tras los Clash, y fue con Ramones que rompí mi primer Levis....
El 4 de febrero de 1987 tocaron por primera vez en Argentina. Presentaban Animal Boy. Y fuímos los cinco mil que los conocíamos. Ni uno más, ni uno menos.
Años después volvían los Ramones a la Argentina. En mi historia personal, volvía Joey Ramone a la Argentina. Porque yo sabía algo de ellos: lo derechoso de Johnny, lo reventado de Dee Dee, los bateros que iban y venían. Pero Joey era el Ramone que yo quería conocer.
Pude. Vaya si pude....
Vinieron en el `91, vinieron en el `92, pero yo quiero contarles hoy de la visita del `94.
Joey Ramone cumplía años, y fue una tarea ardua averiguar sus gustos. Finalmente compramos terrible torta en Amiga Miga, sucursal Entre Ríos al 1100, en ese entonces Cap. Fed. Chocolate, relleno de dulce de leche (sin alcohol, porque Joey cumplió un tratamiento tremendo de desintoxicación desde la vez que se cayó en el CBGB y las rodillas se le astillaron: ni una gota de alcohol.), cubanitos rellenos, rulos de cereza. No alcohol, ni en tortas, ni en bombones. Dulces and café.
Joey festejó su cumpleños 42 en la Heavy, en el año 1994. Llegó solo, con un montón de CDs. Se tomó una cafetera de café. Y el secreto de las 7 llaves, él que explica porque Joey venía a la Heavy siempre, es que sabíamos de él. Y le preparábamos café: 7 cucharadas de café molido por taza. Borra, entienden?. Lo revolvía –no usaba azúcar ni sucedáneos- y lo bebía de a dos tragos. “Another, please” decía sin mirar y estirando la mano con la taza. No miraba Joey Ramone, fotofóbico, lentes redondos negros. Enfermo de una enfermedad degenerativa en los huesos que –a raíz de la caída en el CBGB- se le había agravado: los huesos le crecían tanto que la piel no podía contenerlos.
Joey Ramone no daba besos: daba la mano. Joey Ramone no entendía el fanatismo argentino: un fan con una tijera intentó sacarle un mechón de pelo, en la visita del `92 le rompieron los anteojos –aprovecho a darle las gracias a la óptica de Gerli que le hizo los anteojos al toque a las 2 de la mañana- , las chicas querían sexo (“Por favor...son tan chicas que podrían ser mis hijas!”) y Grinbank se moría porque nunca, jamás en 20 años de shows habían tocado más de 4 noches seguidas. Grinbank se moría porque los Ramones eran una mina de oro, y Joey le decía: “Nunca canté cinco noches seguidas!”. Y Grinbank les ofrecía grupies, les ofrecía fiesta, les ofrecía lo que a todos. Y Joey se encerraba en su pieza, a coserse los remiendos del pantalón de siempre. Joey se cagaba en las ofertas, me entienden?. No podía cantar más de cuatro noches seguidas porque no le daba la voz. Y de las chicas bonitas...el fue novio de Debbie Harry en el `76. Los mejores labios y culo del punk rock.
En la Heavy a Grinbank no lo veíamos nunca y nos centramos en cantarle el feliz cumple a Joey. El sopló las velitas de la torta de Amiga Miga y nos dijo: “Gracias, amigos!”. Se quedó hasta las 3 de la mañana, no importaba que hiciera 4 o 40 Obras.
El tipo era arisco, era un junco, estaba enfermo, y no entendía. Pero le encantaba venir a la Heavy: se consideraba “dj invitado”, hizo un homenaje a Cobain, (al que trató de cobarde “por haberse suicidado”), se tomaba una cafetera de café, se comía su porción de torta y lo único que exigía era no salir por donde estaba la gente porque le habían roto sus anteojos y habían intentado cortarle el pelo y “nosotros no somos populares, no sé porque acá pasa esto...”
Saben donde Ramones llevaba gente?. En Japón y en Argentina. En su país, en USA, donde su mamá vió nacer a Ramones porque “para que no se droguen en la calle los dejé drogarse en casa” y les prestó el sótano para ensayar y así empezó todo, tenían 500 fans. Desde Debbie Harry y Elvis Costello hasta Jello Biafra y Michael Stipe, pero no más de 500. En Japón tenían fans por millones, pero japoneses. Sobrios. Filmadores, callados, respetuosos. En Argentina eran niñas trepadas a los árboles, remeras ramoneras, las veredas del hotel llenas de gente, los peluches, los chicos enrramonados de cabeza a los pies. Y Joey, detrás de sus anteojos, balbuceando I don´t No.
Los Ramones hicieron ese año más de 4 shows, y la cuenta bancaria de Grinbank rió. Joey Ramone ya estaba enfermo, y empeoró.
Luego volvieron y tocaron con Motörhead, y el “adiós, amigos” fue adiós. Eddie Vedder filmó el show, pero a mi dejenme mirar otra película: la de un tipo que miraba con los ojos blancos, mientras limpiaba sus anteojos –sus imprescindibles anteojos- como hacíamos el programa de radio porque él tenía su programa en una radio college en New York, y le encantaba. El de los huesos salidos, con la enfermedad disimulada por una joroba propia de una persona de casi dos metros. No un jugador de basquet, más cercano a un freak. El de las zapatillas iguales, siempre las mismas. El que se cosía el pantalón, porque debía durar por lo menos dos giras más. El de la remera violeta, descolorida a cada visita. El supergentil: siempre decía gracias, elogiaba, pedía por favor. El humilde, sentado en un rinconcito del estudio de radio, con sus discos. El que no se aprovechaba de ser Joey Ramone, y decía: “Estas nenas tienen quince años, como me voy a acostar con ellas...”. El que revolvió el café con mi cucharita, comió de mi torta, me permitió sacarme fotos con él (y entiendan esto: por la Heavy pasaron cientos de músicos, y yo no me saqué fotos con casi nadie: no vino Strummer, no vino Stipe, a Iggy no había forma de llegar, entonces fue con Joey) y me dedicó el disco.
El que cuando se iba de Argentina llamó a la radio y dijo: “Nunca tomé un café tan rico”. El que lloré cuando se murió, aunque supiera.
Tenían que verle los huesos, las manchas, la mirada. No sé si importa mucho que esté huesos en tierra, para mí siempre estará emergiendo tras la música de Camel, con su one, two, three.
Aunque yo ya no use Levis rotos, y él no cumpla más años comiendo torta...

Pd: Joey Ramone nació como Jeffrey Hyman el 19 de mayo de 1952, y celebró su cumple nro 42 en la Heavy Rock & Pop. [Eme Eme]*

* Miriam Maidana (aka Eme Eme) es psicóloga especialista en adicciones. Actualmente escribe un libro sobre nuevos consumos y tribus urbanas. Fue telefonista, asistente de producción y productora artística de la Heavy Rock And Pop. También formo parte de "Evitando el ablande" un programa radial que iba en las madrugadas de FM La Rocka, allá lejos y hace tiempo.

Fuente:lareviola