George Moustaki: entre la reivindicación y la nostalgia

Su mayor éxito musical 'Le métèque'´nació precisamente en 1968, el año de las protestas en París, y marcó a toda una generación de jóvenes que salían de las barriadas parisinas.

 

Siempre tuvo un aire de extranjero con su pelo desgreñado y su barba, pero es que George Moustaki era un ciudadano del Mediterráneo. La libertad y la soledad fueron su vida y los símbolos de su larga carrera. Su mayor éxito musical 'Le métèque' nació precisamente en 1968 y él marcó a toda una generación de jóvenes que salían de las barricadas parisinas. Unos jóvenes que perviven en espíritu aunque algo nostálgicos. George Moustaki ha muerto en Niza, aunque la mayor parte de su vida residió en la Isla de San Luis, en el corazón de París. Desde hacía varios años ya no cantaba, no podía, por la enfermedad que lo corroía desde hace tiempo. Su último concierto fue en el Palau de la Música de Barcelona en 2009.
Nacido en Alejandría, hijo de padres griegos libreros, se trasladó en 1951 a la capital francesa para trabajar como periodista. Allí conoció a George Brassens y, especialmente, a Édith Piaf para quien escribió la letra de una de sus canciones más populares, 'Milord', y además se convertiría en su amante. También colaboró con Yves Montand y otros conocidos de la canción francesa como Jacques Brel y Serges Gainsbourg con los que trabajo e hizo dúos en algunas ocasiones. La idea de la música cuaja y en 1960, Moustaki lanza su primera canción 'Le Métèque' que se convierte rápidamente en todo un símbolo en las protestas parisinas.
Su momento de grandes éxitos fueron los finales de los sesenta y los setenta con canciones como 'Le facteur', 'La mer m'a donné', 'Ma solitude' y 'Le temps de vivre', además de las ya citadas. Pero su éxito e influencia en los cantautores de las siguientes generaciones es importante, sus temas más conocidos han sido versionados y su larga carrera de recitales -en el Pais Vasco le hemos podido ver y escuchar en varias ocasiones - demuestran el respeto con que contaba entre el público y músicos.
Hace dos años, dio a conocer públicamente su enfermedad incurable que imposibilitaba totalmente que cantara para reconoció haber tenido una vida apasionante que “espero que lo sea hasta el final”. La muerte de Moustaki es una más de los representantes de una generación de intelectuales comprometidos, 'engagé', que se esta extinguiendo sin que exista relevo ni algo que se le parezca.