El “Boston Tea Party” fue originalmente una sinagoga, posteriormente una sala de proyecciones de cine underground y finalmente a mediados de los sesenta una sala de conciertos por donde pasarían las mejores bandas del momento. Los diseños de sus carteles se alejaban bastante de la linea que marcaban el Fillmore, el Avalon o el Electric Circus, mas dados a las composiciones psicodélicas como imagen de la casa. Por el contrario, el “Boston Tea Party” proyectaba una imagen mas arty y personal, mas próxima al diseño gráfico que al dibujo alucinado de sus compinches de la costa oeste, apostando en algunos casos por un cálido minimalismo basado en un máximo de dos colores y en la inclusión de figuras geométricas, simples, de claras reminiscencias jazzys. En otros casos , el protagonismo en la composición es para la fotografía y en los mas extremos el motivo no es otro que un fondo abstracto sin mas adornos que la información promocional.
La Velvet lo tomó como su feudo, los Grateful Dead tocaron hasta seis veces en un solo año, Neil Young, B.B. King, Brian Auger, Led Zepellin, Love, The Who o los Byrds entre otras vacas sagradas de los sesenta, pasarón por el Boston hasta que nada mas comenzar los setenta cerrara sus puertas.
La Velvet lo tomó como su feudo, los Grateful Dead tocaron hasta seis veces en un solo año, Neil Young, B.B. King, Brian Auger, Led Zepellin, Love, The Who o los Byrds entre otras vacas sagradas de los sesenta, pasarón por el Boston hasta que nada mas comenzar los setenta cerrara sus puertas.