En los años 80’ Emir Kusturica, junto con otros amigos forman el grupo «Zabranjeno Pušenje» que significa Prohibido fumar/No Smoking en la lengua serbo-croata. Siguiendo la corriente «Nuevo Primitivismo» (surgido luego de la muerte del Mariscal Tito, líder-patriarca de la Yugoslavia de posguerra), desarrolla un estilo propio llamado Gypsyrock, con mucha sátira a la política y a los musulmanes bosniacos, con lo cual tuvieron muchos problemas por razones religiosos y políticos. En e año 1990l líder de la banda Nenad Janković („Nele Karajlić“ ) se fue a Belgrado un poco antes de que estallara la guerra y es aquí donde forma la nueva No Smoking Band,
The No Smoking Orchestra es una especie de compresor de la tradición regional, procesadora de la influencia que ejerció en Yugoslavia la música árabe, hindú, rusa, griega, italiana. Comandado por su cantante –Dr. Nele Karajlić–, el grupo pasó por surrealismo y sarcasmo todos esos sonidos, los reforzó con una armadura rock y definió su esqueleto de criatura de los Balcanes de entreguerra: quilombera, gritona, inspirada. Al igual que los personajes filmográficos de su guitarrista, la No Smoking no conoce el silencio, ni los términos medios. Ampulosa, pasional, siempre parece al borde de los precipicios musicales. Kusturica se unió al grupo por primera vez en 1986, como bajista, poco después de adjudicarse la Palma de Oro en Cannes por su largometraje» Papá está en viaje de negocios» . La banda grabaría dos discos antes de la separación (Greetings from safari land y A little story of a great love), pero entretanto Kustarica se consagraría con «El tiempo de los gitanos «(1989), una historia de amor y (des)lealtades en torno de un clan de zíngaros mafiosos que resume lo mejor de su estilo, poderosamente sensible y original.
Luego vendrían «El sueño de Arizona» (su incursión a la liga de las estrellas de Hollywood), «Underground» (su toma de posición más explícita, y polémica por cierto, respecto de la tragedia yugoslava) y «Gato negro, Gato blanco», cuya banda sonora corre por cuenta de la No Smoking, que venía de rearmarse en 1994 con la incorporación del baterista Stribor Kusturica, hijo de Emir. Puede decirse que» Gato negro, Gato Blanco» incluye el primer hit internacional del grupo: ahí se ve a ese repugnante gitano mafioso, cocainómano y traidor, colocarse cada vez que estalla el estribillo de “Pitbull Terrier”, que sus autores bautizaron como el sonido “Unza Unza”-mezcla punk, funk, ritmos gitanos, jazz y otros estilos que hacen a este estilo único e irrepetible.
The No Smoking Orchestra es una especie de compresor de la tradición regional, procesadora de la influencia que ejerció en Yugoslavia la música árabe, hindú, rusa, griega, italiana. Comandado por su cantante –Dr. Nele Karajlić–, el grupo pasó por surrealismo y sarcasmo todos esos sonidos, los reforzó con una armadura rock y definió su esqueleto de criatura de los Balcanes de entreguerra: quilombera, gritona, inspirada. Al igual que los personajes filmográficos de su guitarrista, la No Smoking no conoce el silencio, ni los términos medios. Ampulosa, pasional, siempre parece al borde de los precipicios musicales. Kusturica se unió al grupo por primera vez en 1986, como bajista, poco después de adjudicarse la Palma de Oro en Cannes por su largometraje» Papá está en viaje de negocios» . La banda grabaría dos discos antes de la separación (Greetings from safari land y A little story of a great love), pero entretanto Kustarica se consagraría con «El tiempo de los gitanos «(1989), una historia de amor y (des)lealtades en torno de un clan de zíngaros mafiosos que resume lo mejor de su estilo, poderosamente sensible y original.
Luego vendrían «El sueño de Arizona» (su incursión a la liga de las estrellas de Hollywood), «Underground» (su toma de posición más explícita, y polémica por cierto, respecto de la tragedia yugoslava) y «Gato negro, Gato blanco», cuya banda sonora corre por cuenta de la No Smoking, que venía de rearmarse en 1994 con la incorporación del baterista Stribor Kusturica, hijo de Emir. Puede decirse que» Gato negro, Gato Blanco» incluye el primer hit internacional del grupo: ahí se ve a ese repugnante gitano mafioso, cocainómano y traidor, colocarse cada vez que estalla el estribillo de “Pitbull Terrier”, que sus autores bautizaron como el sonido “Unza Unza”-mezcla punk, funk, ritmos gitanos, jazz y otros estilos que hacen a este estilo único e irrepetible.