Roxette en Rosario


 Lunes 30 de abril - 22.00 horas
Salón Metropolitano
av. Intendente Lamas 610
Alto Rosario Shopping, Rosario
Santa Fe
Argentina

Y vuelve Bob Dylan

El regreso del gran Bob Dylan a nuestro país, sin dudas termina de confirmar uno de los mejores primeros semestres de los últimos años. Y para completar la buena noticia, Dylan vuelve para tocar no en un estadio (recordamos sus presentaciones durante marzo de 2008 en Vélez) sino en el Teatro Gran Rex. Los días 26 y 27 de abril, la leyenda de la canción estadounidense repasará su larga trayectoria e interpretará los clásicos inoxidables que lo convirtieron en uno de los músicos más influyentes de la historia de la música que aún continúa en actividad. Las entradas se pondrán conseguir a partir del 2 de marzo a través de Ticketek y sus puntos de venta.

El año pasado, Bob cumplió 70 y lo festejamos con su primera tapa en Rolling Stone Argentina; en esa edición especial Claudio Kleiman decía: Bob Dylan introdujo la palabra -es decir la poesía, la literatura- dentro de la música rock, y al hacerlo, cambió la vida de muchos que a su vez cambiarían muchas vidas. Al escucharlo, Lennon descubrió que la canción pop podía ser una forma de arte, y como tal un medio válido donde poder volcar sus visiones y sentimientos, algo que él hasta ese momento reservaba para la literatura ("Help!" y "You've Got to Hide Your Love Away" fueron algunas de las consecuencias inmediatas de ese descubrimiento). Lo mismo le sucedió a Jimi Hendrix, quien sintió que las palabras de Bob eran el equivalente escrito de las mágicas notas de su guitarra, y unió ambas en su deslumbrante versión de "All Along the Watchtower", un tema que -ya que estamos- es utilizado por Pareles para ejemplificar la multiplicidad de significados y posibilidades de las canciones de Dylan. Bob Marley tenía como principal influencia a Curtis Mayfield (de los Impressions), quien a la vez había sido influenciado por Dylan, y prácticamente lo mismo puede aplicarse a cualquier cantante y compositor importante que haya surgido de los 60 en adelante: Paul Simon, Lou Reed, Bono, Sting, Mark Knopfler, Eric Clapton, Elvis Costello, Patti Smith, Bruce Springsteen, Michael Stipe, Eddie Vedder, Jack White, la lista podría continuar indefinidamente, atravesando países y generaciones, llegando por supuesto a la Argentina, donde incluiría a Charly García, León Gieco, Gustavo Santaolalla, Moris, Andrés Calamaro, Miguel Cantilo, Fito Páez y el Indio Solari, por sólo nombrar algunos.

Pero sería simplista considerar a Dylan sólo un poeta. Sus melodías tienen la misma riqueza, variedad y multiplicidad de sus letras, y son plausibles de las interpretaciones más variadas, como lo demuestran los miles (¿millones?) de versiones que han tenido hasta la fecha, desde "Blowin' in the Wind" a cargo de edulcoradas orquestas de cuerdas hasta los covers -que van desde el punk a lo circense, de lo sublime a lo absurdo- que pueblan las bandas de sonido de Masked and Anonymous y I'm Not There. Además, la voz académicamente "incorrecta" de Bob, les salvó la vida a muchos compositores que gracias a él tomaron el coraje necesario para decir lo suyo sin intermediarios...
26 y 27 de abril en el Teatro Gran Rex; las entradas se pondrán a la venta el 2 de marzo.

Fuente: Revista RollingStone

Divididos en el Anfiteatro

Sábado 21 de abril a las 21 en el Anfiteatro Municipal Humberto de Nito.
Anticipadas en Amadeus (Córdoba 1369 local 9), Music Shop (Sarmiento 780) y a través de Ticketek.

Brujería dará un recital en Rosario. El grupo mexicano de death metal se presentará en Willie Dixon

Lunes 16 de abril
Willie Dixon Blues Club
Suipacha y Güemes
Rosario

Quilmes Rock 2012, fecha nacional: ¿Quién dijo que todo está perdido?


Charly García, Fito Páez, Las Pelotas y Catupecu Machu cerraron la décima edición del festival en el estadio de River; crónica y fotos
Una limusina negra se trepa al escenario principal y la última jornada del Quilmes Rock ya tiene en posición a su invitado principal. Para cuando las pantallas terminan el repaso cronológico -año por año- por una de las obras más prolíficas de nuestro rock, Charly García ya está subido al groove de "Fanky" detrás de su piano de cola y entregándole metros al Negro García para que salga a batallar con el mástil de su guitarra apuntando directo al campo. Son las 21:40 del sábado y la noche nacional tiene de frente a su mejor padrino, de regreso frente a un estadio, post-apocalipsis, sobrio a las piñas, asumiendo el desafío. Nuevamente junto a The Prostitution, la ajustada banda constituida por mayoría chilena -aunque ahora junto a un trío de cuerdas, el bandoneón de Fernando Samalea y Rosario Ortega en coros-, García se propone un viaje turbulento pero equilibrado, ostentando su mejor forma en años.
Con remera de Almendra y brazalete de combate, algo dubitativo pero conmovedor, Charly recuerda de arranque a Luis Alberto Spinetta y traduce emoción y dolor en el primer verso de "Rezo por vos", cuando su voz afónica se parte algo épica con eso de "La indómita luz se hizo carne en mí...". "Tengo una gran sorpresa para ustedes. Ya lo conocen", dice ahora para abrirle paso a Pedro Aznar, uno de los primeros invitados de la noche, socio para una memorable versión de "Perro andaluz" de Seru Girán, el primer momento de magia plena sobre el escenario, con un García afinado que armoniza y se entrelaza con el timbre dulce de Aznar, que termina de elevarlo todo con un solo de sus graves. Para el recuerdo.
Después de "Anhedonia" e "Instituciones", más un intervalo (cuando la voz en off de Graciela Borges recita varias frases de Charly y el locutor pretende una defensa del cantante algo incómoda: "Si no sabemos por qué hacemos tantas cosas, ¿por qué juzgarlo?"), la segunda parte del show mantiene el nivel. En "Yendo de la cama al living", Charly empuña el micrófono y se anima a ir al frente. Notablemente más controlado y estático, y aunque tocando mucho menos, García se muestra centrado en la música y afinado, mucho más solvente en vivo que en sus épocas de caos. Siguen "Me siento mucho mejor", "Demoliendo hoteles" y "Los dinosaurios", y también los invitados. "¡Hey Juanse!", le tira al superboca para que avance, también con brazalete SNM, para cerrar una rockera versión de "La sal no sala". Después, automáticamente, el pulso baja con la postal esperada: Fito al piano y Charly en voz, pupilo y maestro, cargándose una cálida versión de "Desarma y sangra" llevando el estadio a una ovación cerrada, cuando Charly entona "no existe una escuela que enseñe a vivir" y todos sabemos de qué habla. La emoción final se imprime en ese abrazo de dos flacos de mil batallas que tanto le han ofrecido a nuestro cancionero popular.
"Les queremos agradecer tanta buena onda, la pasamos muy bien", saluda García, sonriente, en eterno regreso, mostrando el pecho una vez más antes de enfrentar "Eiti Leda" a dúo con la enérgica Rosario Ortega, y un bis rockero con "Popotito", para el agradecimiento general.

Antes...
Antes de todo aquello, Catupecu Machu, en su primera fecha del año en Capital, había redoblado esfuerzos por reivindicar la jornada nacional -después de tanta figura mundial pasando por ese mismo escenario- tocando con todos: Pichu Serniotti de Jauría, Germán Daffunchio y Gabriela Martínez de Las Pelotas ("El otro día compré la Rolling Stone y lo vi a Germán sonriendo", dijo Fer Ruíz Díaz para presentarlo), y El Mono de Kapanga ("El mejor frontman del país"). Minutos después, Las Pelotas había desandando su cancionero dual, de sanación ("Si supieras", "Que estés sonriendo") y de combate ("Capitán América", "Esperando el milagro"). Amagando permanentemente con mostrar algún tema nuevo, pero que finalmente evitó con celos, Daffunchio repitió la dupla con Ruíz Díaz y juntos recordaron a Luca ("¡Para que escuche el Chamán italiano, desde donde esté!", gritó Fer, siempre tan al palo) con una aguerrida versión de "El ojo blindado" de Sumo a modo de despedida.
Pero la sorpresa de la jornada, sin dudas, estuvo a cargo de Fito Páez. Antes de la llegada de Charly, el rosarino planteó un show contundente, ambicioso, de estadio, con un listado a prueba de reacios. Vestido de impecable blanco y atacando al público junto a la explosión de garganta de Claudia Puyó, "El amor después del amor" fue el primer puñal directo al pecho de un estadio que no estaba muy seguro de lo que iba a suceder. Junto a una banda joven, rockera y fresca, Fito jugó a ser un tierno transformando al Monumental en un tazón de miel ("11 y 6"), un frontman bravo y bien al frente ("El chico de la tapa") y hasta le sacó lustre a su perfil tribunero haciendo gritar hasta la última bandeja con "A rodar mi vida". En el medio estrenó "Sin Luis", su propio homenaje a Spinetta con frases que se iban amontonando en las pantallas: "Hoy está llorando Buenos Aires / la vida no es vida sin Luis / saludos al Capitán, tu música me ha hecho brillar / la ciudad nunca te olvidará".
Ya sobre el final, el cantante lo cerró todo con oficio y precisión: silenció una multitud con "Un vestido y un amor", caminó el escenario explicando su teoría con "Dar es dar" y comandó el final subido a su propio karaoke en "Mariposa tecknicolor". Aunque con una clara deuda compositiva, pero con un desembarco que lo tuvo a cielo abierto a la altura de las circunstancias, Páez terminó entregando una imagen reconfortante. "¡Dios te bendiga, Buenos Aires!", fue lo último que dijo Fito, feliz y satisfecho, tras pelear duro por lo que le corresponde.

Por Juan Barberis
ROLLING STONE

García y Páez: "Es como estar en la casa del demonio"

Fito Páez cumplió su sueño de joven. A los 21 años fue tecladista de Charly García para el disco Piano Bar. Casi 30 años después, ambos con carreras más que consolidadas, el escenario los une para cerrar la tercera fecha del Quilmes Rock. Los músicos hicieron una pausa de su ensayo en La Trastienda para hablar con La Viola.

"Es como estar en la casa del demonio", bromeó Páez, y agregó: "Ya sabemos cómo funciona todo adentro. La música de Charly es parte de los bienes de la familia. El me crió de potrillo".

Distendidos, los dos en su ensayo, hablaron de lo que será el show del sábado en River Plate: “Aunque sea lo más familiar del mundo, estamos nerviosos y tenemos muchas expectativas. Por ejemplo, tocamos 'Desarma y Sangra' con él en el piano y yo canto”, adelantó Charly García y remató “¡Fito la toca mejor que yo!”.

Los músicos coincidieron en que no serán presentacciones muy largas “después de toda la música que la gente va a escuchar ese día, hay un límite. No somos un mp3”, aseguró el músico de bigote bicolor.

García por Páez: “Me hizo disfrutar el mundo, fue una fuerza de liberación. Esas cosas no le las olvidás jamás".

Páez por García: “Cuando escuché 'Tres Agujas' me arrodillé ante Fito”. Y agregó: "Estaba esperando que alguien me pateara el culo”.
FUENTE: LA VIOLA